Hace mucho tiempo que sigo este manga y hace unos meses sacaron el último tomo de La pequeña forastera de Nagabe. Esta historia onírica no parece lo que aparenta a primera vista. Se centra en la trama de dos personajes, una niña llamada Shiva y un extraño y oscuro ser que recuerda mucho a Slender Man y un wendigo al que llama Doctor.

La idea de este personaje es por el gusto del autor por los monstruos e incluso admite ser admirador y fuente de influencia la ilustradora infantil de los Moomin. 

En un lugar lejano se crearon dos países: e interior que es un lugar muy protegido y el país del exterior, donde están todos los extraños monstruos con cabeza animal. El origen de su monstruosa apariencia es debido a una maldición que se transmite por contacto físico. Shiva y el Doctor se conocen y generan una bella amistad cuyas cosas sencillas de la vida les desarrolla un gran vínculo como si fuesen padre y hija.  La duda de ambos de que Shiva no pueda contagiarse con la maldición hacen que la vida que les rodea se convierta en una pesadilla de incertidumbres cuyo objetivo es proteger las almas.

Ante todo me gustaría destacar el dibujo de Nagabe que es sencillamente maravillo. Cada dibujo lo ha hecho él sin ayuda externa y esta historia se nota que la ha desarrollado con mucha naturalidad. Además, las luces y sombras con las que juega para crear el ambiente me recuerda a los grabados clásicos. 

En cuanto a la historia me ha parecido atípica, pero misteriosa, sensible y filosófica a la vez. De aquellas que al terminar te llenan de preguntas sobre la existencia humana, de lo que es real y lo que no. También hay un guiño a leyendas y folclore europeo. 
Una lectura muy recomendable, sobre todo para los lectores atraídos por las historias de ambiente onírico y misterioso.